El Rastrojero busca renacer como una pick up eléctrica

El Rastrojero busca convertirse en una especie de Pick Up eléctrica.

Un proyecto de emprendedores nacionales que se proponen la reaparición de este clásico para 2026 y trabajan en opciones de financiamiento. 

No son muchos los modelos de vehículos que pueden colgarse la medalla de ser puramente nacionales, en idea, desarrollo y producción. Entre los autos, el Rastrojero, que lleva cuatro décadas sin ser fabricado, cuenta con un futuro tangible: un proyecto que ya está en marcha prevé su reaparición como una pick up eléctrica.

El programa para el renacimiento del Rastrojero es un desarrollo de emprendedores locales que busca desempolvar el nombre y el concepto de trabajo rural de una pick up emblemática de los años 60 y 70 y vincularlo con tecnologías que ya se imponen en la industria automotriz, entre ellos la motorización con energías sustentables. Su nombre será Rastrojero Amperion.

El padre del proyecto es el empresario Carlos Ptaschne, quien en la actualidad busca la forma de conseguir los fondos necesarios para el desarrollo de este clásico.

Se prevé que el lanzamiento sea para 2026, pero en el medio deberá transitar un camino en el que incluso podrían aparecer otros vehículos, cuya comercialización podrían ser la llave que abra la puerta para la producción de la pick up.

Según Ptaschne,  en una entrevista con Infobae, este utilitario pretende representar “un homenaje desde el corazón a millones de argentinos que soñaron un gran país”.

Además, el cambio de gobierno podría abrirle un canal de diálogo que antes no tenía este emprendedor.

El Nuevo Rastrojero, en su planificación, se presenta como “casi la antítesis de lo que se ofrece en el mercado” y no por ausencia tecnológica, sino por ductilidad y capacidad de trabajo. 

Tal como lo fueron los Rastrojeros originales, el vehículo está siendo pensado para las situaciones de trabajo cotidiano en el campo, con detalles, accesorios e innovaciones. No tendrá, al menos en principio, una gama amplia, como la tuvo el Rastrojero de otrora que disponía de diferentes carrocerías, sino que en esta ocasión se presentará sólo en el formato de pick up.

Se anticipa que contará con una suspensión y una capacidad dinámica innovadora, en una pick up pensada con tres diferentes distancias entre ejes, que se podrá elegir con tracción delantera, trasera o doble tracción. 

Además, va a superar la tonelada de carga y contará con opcionales como toma de fuerza delantera y trasera para acoplar pequeñas máquinas como desmalezadoras, hoyadoras o plumas de alzado.

Al ser pensado para el ámbito rural, ofrecerá bajo mantenimiento, gran nobleza y soluciones por demás simples, algunas de ellas pensadas con un alto nivel tecnológico.

Para su limpieza se le podrá manguerear el interior como si fuera el exterior” mientras que “desde el celular se configuraría la climatización a través de una app.

La carrocería se trabajará “en plásticos muy novedosos” gracias al aporte que haría ItalDesign, una de las casas de diseño automotor más importantes del planeta, con la cual Ptaschne se vincula. 

El punto más alto de evolución lo encuentra en la motorización eléctrica. Según Ptaschne, en 2015 se habían contactado con un grupo de alemanes que estaba experimentando unas baterías con altísima capacidad y rendimiento.  Pese a su pequeño tamaño, podrían hacer volar una especie de helicóptero de dos personas por media hora. 

Mientras se mantiene la esperanza de sostener el proyecto en la Argentina y con capitales nacionales, se asoma China como opción para albergar la producción del modelo. 

Podría darse con la posible alianza con la empresa KaiYun motors de Shanghai. El primer paso en las tratativas que el argentino lleva adelante con los asiáticos incluiría la introducción de un utilitario pequeño, que allá se llama Pickman y acá lleva el nombre de “proyecto Safari”.