La ilusión monetaria y la inflación

La ilusión monetaria y la inflación, nuevo artículo de Gustavo Gosiker para ReactivAr.
¿Cuáles son las causas de la inflación?

¿Qué es la inflación? Esta es la pregunta que se hacen millones en el mundo, o mejor dicho cuáles son las causas de la inflación.

¿Porqué tantos se lo preguntan? Porque es como el agua: moja a todos por igual, a algunos un poco más y a otros un poco menos, pero nadie se salva.

En su medición se incluyen elementos que tal vez nunca hayamos usado o necesitado, pero se trata de formular un índice que mida en promedio estadístico las variaciones en el poder de compra que tiene la moneda de algún país.

Como hubiese dicho mi bisabuelo, es como ponerle agua a la leche.

Cuando el Banco Central ordena emitir billetes, deben haber bienes que crezcan en su oferta en forma proporcional, sino, estaríamos haciendo lo que se llama “emitir sin respaldo”.

Cuando tenemos más billetes que productos a adquirir, ese producto aumenta naturalmente de precio en la medida en que es más demandado y la cantidad ofrecida del mismo no crece proporcionalmente. Esto es lo que denominamos “inflación de demanda” y es la más común de encontrar o de observar para aquellos no demasiado conocedores de las teorías económicas.

También tenemos la inflación de costos, es decir aquella que se produce porque algún elemento incluido en el costo de un producto crece sin aumentar la cantidad producida de ese producto. En nuestro país, los aumentos de salarios por encima de lo que la producción de bienes puede absorber sin aumentar sus precios, al igual que el incremento en el costo de alguna materia prima, son típicos generadores de inflación.

En cuanto al incremento de salarios sin contrapartida en el incremento de producción o de eficiencia, genera inflación no sólo de costos sino también de demanda y produce el efecto que conocemos como “Ilusión monetaria”.

Este fenómeno es el que se produce cuando aumenta considerablemente la cantidad de dinero en manos del público y este demanda en función de esa cantidad pero, al no aumentar la oferta de bienes, produce la “inflación de demanda” porque lleva a la gente a demandar ávidamente sin tener en cuenta que eso generará inflación la cual se llevará esa masa de dinero más tarde o más temprano.

Es un efecto similar al “perro que se muerde la cola”. Lamentablemente, la “ilusión monetaria” es una herramienta muy utilizada por los gobiernos para hacernos creer que la famosa “distribución de la riqueza” es llevada a cabo cuando el efecto termina siendo “distribución de papeles sin valor actual o en el futuro próximo”.

Cuando esto es ayudado por la mentira de los números de la inflación real, este efecto de “ilusión monetaria” se potencia pensando que nuestros ingresos han subido por encima de la inflación promedio. Afortunadamente, el bolsillo de la gente es el órgano más sensible y tarde o temprano termina volviéndonos a la realidad, especialmente cuando nos damos cuenta que cada vez necesitamos más billetes para seguir teniendo lo mismo o viviendo de la misma forma.

La ilusión, al final de cuentas, termina siendo una desilusión.