Manejo inteligente del capital de trabajo en un start up

Las herramientas fundamentales para un manejo inteligente del capital de trabajo. Foto: Pixabay.
Herramientas fundamentales.

Este artículo va dirigido a aquellos emprendedores que se encuentran en la primera fase del emprendimiento o start up y deseen tener herramientas que les permitan utilizar inteligentemente el capital de trabajo para no depender de grandes cantidades de recursos financieros y generar la suficiente caja como para ser autosuficiente y evitar endeudamientos innecesarios.

Comencemos por definir el capital de trabajo:

Este concepto tiene diversas interpretaciones según el observador. Hay quienes lo definen como la diferencia entre los activos convertibles en dinero en menos de un año y a ello le restan las deudas exigibles también a menos de un año. Entre los primeros encontramos Dinero y Bancos, Inversiones a corto plazo, Cuentas a cobrar e Inventarios de materias primas, productos en proceso de elaboración y productos para la venta. Entre los segundos tenemos principalmente Acreedores comerciales.

Al momento de emprender, generalmente nuestro capital de trabajo se compone de dinero menos deudas por los proveedores de nuestros productos, instalaciones, etc.

Enamorarse del mercado y no del producto

Muchas veces observamos que una idea de negocios está basada en el propio “enamoramiento” del producto y no de la necesidad del mercado a cubrir. Esto puede generar inversiones que no conduzcan al éxito del proyecto y se partirá entonces de una premisa inconducente.

Planificación financiera al inicio y seguimiento.

Desde que el saber se empezó a aplicar a la gestión, el capital monetario perdió preponderancia en el surgimiento de nuevas empresas y comenzó a ser el conocimiento el recurso de mayor valor. No olvidemos que el saber es el único recurso que aumenta con su uso. De ahí que una buena idea con poco capital tiene más posibilidades de triunfar que una mala idea con mucho capital. El problema aparece cuando tenemos la idea y el capital pero no sabemos muy bien cómo planificar su utilización. Desde el momento -1 del emprendimiento tenemos que tener muy en claro cómo estimamos que se moverá el flujo de fondos para detectar posibles faltantes y comenzar a negociar la forma en que nos vamos a cubrir de ellos. También servirá para manejar los excedentes y decidir acerca de la conveniencia de nuevas inversiones, de adquirir más stocks, hacer más publicidad etc. O sea que la planificación financiera es una herramienta de la que no podemos prescindir desde que la idea aparece en nuestra mente. De esta forma el plan de negocios contará con una guía que permitirá organizar mejor los recursos y reducir el riesgo de malas decisiones. También cabe aclarar que la planificación en todos sus aspectos deberá ser evaluada periódicamente a través de indicadores que nos permitan realizar el seguimiento y tomar las decisiones en forma oportuna para corregir cualquier deficiencia.

Plazos de pago versus plazos de cobro

Un problema frecuente en el manejo del capital de trabajo es que una buena venta es considerada como tal en función de su monto pero no se tienen en cuenta los plazos para la cobranza. Recordemos que la venta rentable es nuestra primera premisa pero no debe ser considerada aisladamente ya que el plazo de cobro puede ser determinante para la efectiva rentabilidad de la misma. Supongamos que tenemos un plazo de cobro de 30 días pero nuestros proveedores cobran a 20 días. Si partimos del momento 0 necesitaremos fondos a los 20 días para pagar algo que cobraremos a los 30. Cuando la rueda del negocio gire nos encontraremos con la necesidad de pagar compras que no hemos cobrado al venderlas lo que nos requerirá que obtengamos fondos por los cuales pagaremos intereses que reducen nuestra utilidad. En el largo plazo la situación se tornará insostenible y perderá la rentabilidad a manos del costo de los recursos financieros necesarios para sostener ese esquema de negocio.

Financiarse con proveedores

Como alternativa a lo mencionado anteriormente, para un manejo inteligente es necesario revisar periódicamente que las ventas tengan plazos más cortos que los pagos y que esto ocurra desde el momento 0 del negocio.

Tener en cuenta todos los costos

Un empresario me comentó una vez que él no incluía en sus cálculos al ofertar un servicio todos los costos para establecer el precio del mismo porque de esa manera “no le daba la rentabilidad”. Mentirse a uno mismo es la mejor manera de acabar con el negocio. Además, no conocer o no tomar en cuenta todos los costos o erogaciones no permitirá controlarlos ni reducirlos y de esta manera se perderá el manejo eficiente de la rentabilidad de la empresa.

Conclusión:

En resumidas cuentas, planificación, conocimientos, seguimiento y control son las herramientas más útiles cuando se pretende un manejo inteligente del capital de trabajo.